jueves, 8 de agosto de 2013

Bowie siempre sabe qué decir para animarme


Y dice:




Y también:






¿Cómo no amarlo? ♥

sábado, 20 de julio de 2013

Soy un puto costal de defectos.

Nunca he buscado agradarle a la gente. Suelo aislarme, no me relaciono a la primera. Someto a las personas a muchas pruebas antes de mostrarles mis sentimientos y mis emociones. Cuando quiero, me cuesta un huevo decirles lo que siento o lo que sería capaz de hacer por ellas. 
Me decepciono de la gente a cada rato, porque los pongo en alta estima y en un pedestal y en una mala circunstancia no reaccionan como yo esperaba. 
A veces quiero demasiado pidiendo poco a cambio. 
Últimamente no puedo ver la vida sólo como un juego. Tengo los pies demasiado pegados al suelo como para no ver la realidad de las cosas. 
Me he perdido a mí misma y me he vuelto a encontrar muchas veces. Hay cosas que de verdad me rompen y son pocas las personas a mi alrededor que comprenden mi manera de sentir. 

Siento muy intensamente, me apasiono, sueño, idealizo, soy amante de los pequeños detalles, me frustro cuando las cosas no salen como yo esperaba. Quiero solucionar las cosas en el momento y a la primera. Me gusta que los que me quieren, además de quererme me admiren. Soy egoísta en varias ocasiones. A veces forzo las cosas. 

¿Y de qué va decir todo esto? 

Hay una examen que te hacen desde esas materias pinches en la secundaria o la preparatoria en la que, en una hoja dividida en dos, tienes que poner de un lado tus virtudes y del otro tus defectos. Uno siempre termina poniendo más defectos que virtudes. Al menos yo sí. 
Uno siempre se entera más de sus defectos que de sus virtudes (a menos que seas un pinche egocéntrico y te sientas perfecto). Creo que los defectos te forman más que las virtudes. Justo en el momento en el que dices, por ejemplo, "soy bien noble", hasta tú dejas de creerlo un poco. Las virtudes son aquello que te nace y sale natural y por lo mismo, es normal que uno mismo no las note. 

Tener consciencia de los defectos propios es aprender a vivir con ellos, a lidiar con ellos y a tratar de controlarlos. No es como que se te quiten con medicamento o algo así. Y subrayar tus virtudes hablando sobre ellas, es sólo una forma de reflejar que no has aprendido a lidiar con tus defectos. 

Nunca he buscado agradarle a la gente, sencillamente porque cuando trato de hacerlo, me vuelvo automáticamente desagradable hasta para mí misma. 

Tengo gente a mí alrededor que me ha visto en mis mejores y peores momentos y se quedan conmigo. 
Esas son las personas que se merecen mi cariño y respeto. 

Soy un puto costal de defectos y no puedo hacer nada para cambiarlos. Lo único que sé hacer es aprender de ellos, tratar de controlarlos. 

Quiéranse con sus defectos. Y quieran a los demás con sus defectos también. 















domingo, 7 de julio de 2013

Decir Te amo...


El otro día le dije "te amo" a mi hombre. Pero se lo dije en voz baja y estando él de espaldas, entonces no hay bronca. Tampoco creo que entre al pinche blog a leer este post. Y si lo hace, pues ¡Hola!  

Bien chistoso, porque últimamente me cuesta un huevo decir esas dos palabras. Incluso, resulta que a veces me cuesta un huevo decir te quiero. Un día empecé a decirle "te quiero" a todos mis amigos que sé que me quieren y que siempre están ahí para mí y se sintió chido. Una vez le dije "te amo" a mis padres y hermanos y se sintió chingón. Así debería funcionar todo siempre. La cosa es que no siempre lo hago. Me sigue costando. 
El problema de los "te quiero" y los "te amo", es que se vuelven cotidianos y llega un punto en que ya los dices por pura pinche automatización. Y sí, a lo mejor lo dices porque es algo que sientes por esa persona todo el tiempo y no importa si están como disco rayado repitiéndolo, pero, yo que soy bien intensa y me clavo en la textura, me desagradan las palabras huecas. Me desagrada decir algo sin sentirlo y me desagrada que me lo digan y se escuche vacío. Me desagrada que me lo respondan con un "Sí, yo tambieeeeeenzzzzz...

Obvio, me dan un putísimo horror como no tienen ustedes una idea, la gente que dice cosas como "te amo", "te quiero", "te odio", con la mayor ligereza del mundo. No sé, los odio. 
Bueno, no. Pero no entiendo cómo lo hacen o qué químico se les derramó en el cerebro para andarle diciendo eso a cualquiera, incluso si hace apenas unos días no tenían conocimiento de su existencia. 
Me da como envidia porque pasando la preparatoria, yo ya jamás pude hacer eso y a veces hasta me he arrepentido de decir "te amo" a algunos individuos que pasaron por mi vida, porque ahora me entero que en realidad no sentía eso. 
Curiosamente, decir te amo, se ha convertido en algo muy ligero, muy carente de sentido y muy superfluo. Sin embargo, a mí me queda el trauma de que si se lo digo a alguien, inmediatamente va a sentir el compromiso de sentir lo mismo y va a salir corriendo en chinga de mi vida. Lo llamo trauma, porque ya lo viví. Y claro, también me relajo, hay cosas a las que yo puedo decirles te amo, sin ese temor. Ya sé que Pink Floyd y el Teatro no van a salir corriendo o al menos eso espero. Pero, ese es "amor en buen plan" y lo explico aquí.

Total, el otro día, en voz bajita, en la oscuridad, con mi carita pegada a su espalda, le dije "te amo" a mi hombre. Yo sé qué siento por él, pero por un extraño motivo, no me sentí cómoda al decirlo. A lo mejor porque esperaba que me escuchara y hiciera una cara de espanto así de "chin, esta ya se quiere casar o algo" y pues no. De cualquier forma, independientemente si me escuchó y se hizo el sordo o si de plano no escuchó, pero está leyendo el post (¡Hola, guapo!), lo dije porque lo sentí en el momento, pero al decirlo, descubrí que el pastel aún no se hornea, que la fruta aún no está madura, que el agua todavía está tibia. En resumen, aún no es tiempo. Y esto lo digo, basándome en el manejo que hemos tenido de la relación. Todo a su tiempo. 


A lo mejor, van a pensar que no tiene nada de malo y no van a entender ¿por qué tanto conflicto entre yo y las palabras?. Empiecen por entender que yo respeto mucho a las palabras, sobre todo, cuando expresan algo directamente relacionado con la emoción y el sentimiento. Para no dar tanto rodeo: soy una emocional de mierda.  


Y ya. Me urgía escribirlo para no tener que explicarlo.


Los amo. (No.) 






lunes, 1 de julio de 2013

Hola, ya vine.


Otra vez. Y ya se que siempre prometo quedarme o pasar más seguido a dejar algo aquí, pero siempre me sucede algo que no me lo permite. Algo llamado "hueva".

Pero, como ya no disfruto twitter y luego quiero decir algo y se me acaban los pinches caracteres, pues vengo aquí a abusar de mi verborrea (o como quiera que se le llame al exceso de palabras escritas). 

También porque todavía (siempre) tengo mucho que decir y una vez alguien me dijo que escribo mejor de lo que hablo y pues le creí. Y porque ya sé que me extrañan un chingo y estaban con mucho pendiente de saber las pendejadas que me pasan y leer mis atinadas opiniones sobre temas de lo más intrascendentes. 

Y lo último, pero no menos importante, ¡porque me da la chingada gana! 


Y ya  :) 

lunes, 26 de noviembre de 2012

Ejemplo de Pendejada Filosófica

Volviendo al tema de la gente que es bien pendeja, estaba pensando el otro día mientras descendía al centro de la tierra por los escalones de la línea 7 del metro, que nunca he escuchado autodenominarse como "pendejo" a las personas que considero bien pendejas. Sucede lo contrario con personas muy inteligentes y seguras de sus capacidades quienes se autopendejean a cada rato. Yo misma lo hago, y eso que soy bien pendeja.

¿Qué pedo con esas personas a las que les dices "pendejo" (en broma, de cuates, de cariño) e inmediatamente se te echan encima y te quieren poner tu chinga? ¿En qué radica esa fobia a que nos pendejeen?  ¿Por qué esa resistencia a ser pendejo? Si todos los seres humanos tenemos las mismas capacidades. 

A mi ver, si uno no ha sido aunque sea un poquito pendejo alguna vez en la vida, queda completamente excluido del privilegiado grupo de los que podemos usar el término "Pendejo". Porque, digo, ¿cómo vas a saber qué significa ser algo o qué características tiene, si no lo has experimentado en carne propia? ¿Cómo puedes ir por la vida juzgando a los demás, si tú mismo te has negado la oportunidad de pertenecer a algo? 
(Yo, por ejemplo, fui "darks". Me siento con toda la habilidad de reconocer en la calle a los que son darks, aunque no anden enredados en terciopelo negro y hasta a burlarme poquito de ellos... burlarme con cariño y respeto a sus ideas, ¡claro!)
Obvio, y por lo mismo, también he tenido que ser bien pendeja y luego superarme hasta llegar a ser una pendeja graciosa, según mi propia clasificación de las pendejadas (acá). Lo cierto es que ahora huelo, percibo y siento a la gente pendeja a metros de distancia. Pura investigación de campo, pues.

Como conclusión, creo que los que no toleran ser denominados "pendejo", son personas sumamente tristes y hay que darles un abrazo cuando los identifiques. Hay que enseñarles a reírse de sí mismos y tomarse la vida leve. Recuerden que para todo hay niveles y en esto, uno puede llegar a ser desde un pendejo muy brillante hasta un pendejo muy pendejo e incluso, llegar a ser presidente de México. La cosa es buscar superarse a sí mismo. 

Reza un frase que leí a los once años de edad: "Es más fácil aceptar ser pendejo que demostrar no serlo". Nunca se me olvidó. 

Y ya, vayan a quererse un rato. 

lunes, 12 de noviembre de 2012

Recordatorios

Luego soy bien pinche dispersa y se me olvidan hasta las pendejadas más pendejas que me han pasado. Los momentos bonitos no... a menos que ya estén fuera de contexto. Entonces, el blog también me sirve para re leer mis aventuras y acordarme y suspirar y ¡AY QUIERO VOLVER A SER UNIVERSITARIA NO MAMEN!

Y pues ya. Espero blogger nunca deje de existir, que prefiero tener muchos post bonitos de mi juventud que muchos post-it pegados en la pared.



Chido.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Iba a abrir un Tumblr pero ni sé cómo se pronuncia.

Además me dio frío y miedo y mejor me regresé a blogger, aunque ya no esté "in", y nadie me lea, cosa que en realidad nunca me interesó. Y bueno, cómo también me da por gustar de cosas pasadas de moda o que ya nadie usa, aquí sigo. 

Bien extraño todo lo que me ha pasado desde que este cachito de internet existe. Y como he madurado... bueno no. Pero he aprendido a hacer mi vida, aunque sea un desmadre.

Ahora, lo que me gusta de mi profesión, es la libertad que se tiene de hacer las cosas. Cuando trabajas, trabajas mucho y cuando no trabajas, puedes hacerte bien pendejo por unos días o ser bien teto y ponerte a leer hasta los envases de lo que te comes. Como lo hago con todo, siempre busco el punto de equilibrio.
Para mi desgracia, carezco de toda habilidad para ser una persona seria. Por lo tanto, de un momento a otro, tenía que explotar en un trabajo con horario de lunes a viernes de 9 a 6, comportamiento formal, subordinada y además, encargarme a cada rato de limpiar el cagadero de los demás. Y como desde hace varios años me rijo por la filosofía de vida de "lo que te haga feliz", lo que no, suelo mandarlo a chingar a su madre pese a las consecuencias. Heme aquí, con 6 pesos en la bolsa pero muy pinche feliz. Está de la mierda vender tu libertad por un sueldo mensual y "prestaciones de ley" que al final, sirven para pura chingada. 

Y pues sí, a mí me gusta dormirme a las 2 de la mañana, leer de noche, pendejear en internet, ir al teatro, caminar por el centro sin prisas, esperarme a que me llegue la inspiración para escribir 3 días seguidos, escuchar música ruidosa, ser fachosa y ahora tengo la idea de teñirme el cabello de colores nada discretos. ¿Qué puedo hacer? Todo, menos negarme a mí misma. 

El punto de este post, aunque ya me eché mis divagues, es ¿qué hacer con esto? Abandoné una cuenta de twitter, abrí otra que uso poco y por lo regular para enterarme de obras y eventos de teatro. Hay cosas que no me gusta compartir en facebook (de hecho últimamente paso más tiempo ahí, pero es por la necesidad de expresar y compartir algo, lo lean o no) y pues me queda este terruño al cual ya le quité todo lo que ya no le sirve o ya no uso y pues... ya tengo tiempo. Podría mudarme a otro sitio de internet, pero ¿cómo?... ¿cómo si aquí está lo que he pensado y vivido en los últimos años y a los pocos que les interesa saber, ya saben en dónde encontrarlo todo?  ¿O qué... lo cierro nomás porque blogger ya es obsoleto y "ya pasó de moda tener un blog", un espacio en dónde escribir lo que uno quiera? Así su lógica y sus convicciones, tan o más jodidas que el mundo. 

Y como a mí me vale madre, aquí sigo publicando. 



Hola otra vez.