sábado, 20 de julio de 2013

Soy un puto costal de defectos.

Nunca he buscado agradarle a la gente. Suelo aislarme, no me relaciono a la primera. Someto a las personas a muchas pruebas antes de mostrarles mis sentimientos y mis emociones. Cuando quiero, me cuesta un huevo decirles lo que siento o lo que sería capaz de hacer por ellas. 
Me decepciono de la gente a cada rato, porque los pongo en alta estima y en un pedestal y en una mala circunstancia no reaccionan como yo esperaba. 
A veces quiero demasiado pidiendo poco a cambio. 
Últimamente no puedo ver la vida sólo como un juego. Tengo los pies demasiado pegados al suelo como para no ver la realidad de las cosas. 
Me he perdido a mí misma y me he vuelto a encontrar muchas veces. Hay cosas que de verdad me rompen y son pocas las personas a mi alrededor que comprenden mi manera de sentir. 

Siento muy intensamente, me apasiono, sueño, idealizo, soy amante de los pequeños detalles, me frustro cuando las cosas no salen como yo esperaba. Quiero solucionar las cosas en el momento y a la primera. Me gusta que los que me quieren, además de quererme me admiren. Soy egoísta en varias ocasiones. A veces forzo las cosas. 

¿Y de qué va decir todo esto? 

Hay una examen que te hacen desde esas materias pinches en la secundaria o la preparatoria en la que, en una hoja dividida en dos, tienes que poner de un lado tus virtudes y del otro tus defectos. Uno siempre termina poniendo más defectos que virtudes. Al menos yo sí. 
Uno siempre se entera más de sus defectos que de sus virtudes (a menos que seas un pinche egocéntrico y te sientas perfecto). Creo que los defectos te forman más que las virtudes. Justo en el momento en el que dices, por ejemplo, "soy bien noble", hasta tú dejas de creerlo un poco. Las virtudes son aquello que te nace y sale natural y por lo mismo, es normal que uno mismo no las note. 

Tener consciencia de los defectos propios es aprender a vivir con ellos, a lidiar con ellos y a tratar de controlarlos. No es como que se te quiten con medicamento o algo así. Y subrayar tus virtudes hablando sobre ellas, es sólo una forma de reflejar que no has aprendido a lidiar con tus defectos. 

Nunca he buscado agradarle a la gente, sencillamente porque cuando trato de hacerlo, me vuelvo automáticamente desagradable hasta para mí misma. 

Tengo gente a mí alrededor que me ha visto en mis mejores y peores momentos y se quedan conmigo. 
Esas son las personas que se merecen mi cariño y respeto. 

Soy un puto costal de defectos y no puedo hacer nada para cambiarlos. Lo único que sé hacer es aprender de ellos, tratar de controlarlos. 

Quiéranse con sus defectos. Y quieran a los demás con sus defectos también. 















domingo, 7 de julio de 2013

Decir Te amo...


El otro día le dije "te amo" a mi hombre. Pero se lo dije en voz baja y estando él de espaldas, entonces no hay bronca. Tampoco creo que entre al pinche blog a leer este post. Y si lo hace, pues ¡Hola!  

Bien chistoso, porque últimamente me cuesta un huevo decir esas dos palabras. Incluso, resulta que a veces me cuesta un huevo decir te quiero. Un día empecé a decirle "te quiero" a todos mis amigos que sé que me quieren y que siempre están ahí para mí y se sintió chido. Una vez le dije "te amo" a mis padres y hermanos y se sintió chingón. Así debería funcionar todo siempre. La cosa es que no siempre lo hago. Me sigue costando. 
El problema de los "te quiero" y los "te amo", es que se vuelven cotidianos y llega un punto en que ya los dices por pura pinche automatización. Y sí, a lo mejor lo dices porque es algo que sientes por esa persona todo el tiempo y no importa si están como disco rayado repitiéndolo, pero, yo que soy bien intensa y me clavo en la textura, me desagradan las palabras huecas. Me desagrada decir algo sin sentirlo y me desagrada que me lo digan y se escuche vacío. Me desagrada que me lo respondan con un "Sí, yo tambieeeeeenzzzzz...

Obvio, me dan un putísimo horror como no tienen ustedes una idea, la gente que dice cosas como "te amo", "te quiero", "te odio", con la mayor ligereza del mundo. No sé, los odio. 
Bueno, no. Pero no entiendo cómo lo hacen o qué químico se les derramó en el cerebro para andarle diciendo eso a cualquiera, incluso si hace apenas unos días no tenían conocimiento de su existencia. 
Me da como envidia porque pasando la preparatoria, yo ya jamás pude hacer eso y a veces hasta me he arrepentido de decir "te amo" a algunos individuos que pasaron por mi vida, porque ahora me entero que en realidad no sentía eso. 
Curiosamente, decir te amo, se ha convertido en algo muy ligero, muy carente de sentido y muy superfluo. Sin embargo, a mí me queda el trauma de que si se lo digo a alguien, inmediatamente va a sentir el compromiso de sentir lo mismo y va a salir corriendo en chinga de mi vida. Lo llamo trauma, porque ya lo viví. Y claro, también me relajo, hay cosas a las que yo puedo decirles te amo, sin ese temor. Ya sé que Pink Floyd y el Teatro no van a salir corriendo o al menos eso espero. Pero, ese es "amor en buen plan" y lo explico aquí.

Total, el otro día, en voz bajita, en la oscuridad, con mi carita pegada a su espalda, le dije "te amo" a mi hombre. Yo sé qué siento por él, pero por un extraño motivo, no me sentí cómoda al decirlo. A lo mejor porque esperaba que me escuchara y hiciera una cara de espanto así de "chin, esta ya se quiere casar o algo" y pues no. De cualquier forma, independientemente si me escuchó y se hizo el sordo o si de plano no escuchó, pero está leyendo el post (¡Hola, guapo!), lo dije porque lo sentí en el momento, pero al decirlo, descubrí que el pastel aún no se hornea, que la fruta aún no está madura, que el agua todavía está tibia. En resumen, aún no es tiempo. Y esto lo digo, basándome en el manejo que hemos tenido de la relación. Todo a su tiempo. 


A lo mejor, van a pensar que no tiene nada de malo y no van a entender ¿por qué tanto conflicto entre yo y las palabras?. Empiecen por entender que yo respeto mucho a las palabras, sobre todo, cuando expresan algo directamente relacionado con la emoción y el sentimiento. Para no dar tanto rodeo: soy una emocional de mierda.  


Y ya. Me urgía escribirlo para no tener que explicarlo.


Los amo. (No.) 






lunes, 1 de julio de 2013

Hola, ya vine.


Otra vez. Y ya se que siempre prometo quedarme o pasar más seguido a dejar algo aquí, pero siempre me sucede algo que no me lo permite. Algo llamado "hueva".

Pero, como ya no disfruto twitter y luego quiero decir algo y se me acaban los pinches caracteres, pues vengo aquí a abusar de mi verborrea (o como quiera que se le llame al exceso de palabras escritas). 

También porque todavía (siempre) tengo mucho que decir y una vez alguien me dijo que escribo mejor de lo que hablo y pues le creí. Y porque ya sé que me extrañan un chingo y estaban con mucho pendiente de saber las pendejadas que me pasan y leer mis atinadas opiniones sobre temas de lo más intrascendentes. 

Y lo último, pero no menos importante, ¡porque me da la chingada gana! 


Y ya  :)