lunes, 16 de abril de 2012

Soy una antisocial de mierda.

Cuando iba en secundaria sólo decía sí y no. Actualmente soy una parlanchina. Hablo y hablo y hablo y hablo hasta que me mareo a mí misma. Lo curioso es que no soy así con todos. No se me da eso de conocer a alguien y en media hora ser súpercuateswowbestfriendsforever.
Hay personas con las que puedo hablar y platicarles las cosas más banales y superficiales de mi vida. Hay otras a las que me nace contarles mi vida entera en lo que me tomo un café y hay otras a las que sólo me nace decirles “buenos días” “buenas tardes” “por favor” y “gracias” y eso cuando es estrictamente necesario.

Igualmente, hay con quienes gracias a mi florido vocabulario del cual ya les había hablado AQUÍ, me limita y me impide establecer una comunicación que no se base sólo en frases de cortesía. Me asusto cual gatito que se trepó a un árbol y ahora no sabe cómo bajarse.


Sin comentarios.


Siempre he tratado de ser una persona muy neutral. Me cagan las personas que en el trabajo, en la escuela o en cualquier nucleo social son o quieren ser amigos de todos en la primer semana. No digo que esté mal ni prohibido ni mucho menos. Simplemente no entiendo cómo alguien puede apegarse emocionalmente a otro alguien en tan poco tiempo. Sobretodo estando en un ambiente en el que tener “amigos” puede ser contraproducente. No estoy acostumbrada a tratar con tanta gente y en el trabajo lo mío es estar sola, aparte y hacer lo que sé que tengo que hacer. Tampoco me traigan chismes. Obvio un día necesitas hablar con alguien de todo lo que te pasa en el ambiente, lo sueltas con alguien no muy comunicativo y ya. Fin. Ahora, que si no tienes con quién hablar de las cosas que te suceden, pues vuelve a tu abandonado blog.

¿Por qué les digo todo esto? Me pasó algo muy extraño cuando empecé a trabajar en la empresa en la que estoy ahora. Al principio, fue como entrar a la escuela. Mucho bla bla bla, jajaja, jijiji, ¡cállate que ahí viene el jefe!, saliendo vamos por chelas, etc. Ahora, tengo suerte si YO le hago conversación al alguien. Y no es porque no me caigan bien, si no todo lo contrario. Pero desde que hubo cierto cambio, ya no me nace llevarme con alguien. Relaciones laborales son relaciones laborales. Tampoco voy a andar extrañando a los que se fueron y menos si tenía tan poco de conocerlos.

Y pues ya, en general trato de aplicar la de llevarme bien con todos y al mismo tiempo no llevarme bien con nadie, ni ser amiguitos. Para bien de todos, pues. Como las drogas. Que son malas. O algo.

En conclusión: No traten de caerle bien a todos. Y si no les da la gana hablarle a alguien para más de lo necesario, pues chingarasumadre no lo hagan.
Todo esto, para volver a una verdad elemental: sigo siendo la misma antisocial de mierda de siempre.

Sean felices.

Sale, bai

2 comentarios:

Chavaluria dijo...

No eres antisocial...




Eres darccs...









Ok ya.

Antigüa Púrpura dijo...

Yo muy darks :3